¿Por qué "EL AGUA"? (hacer doble click para seguir leyendo)

05.05.2025
Cuando se piensa en Galicia, algo que suele venir enseguida a la mente es la lluvia. Y cierto es que se trata de una de las comunidades en las que más llueve a lo largo del año. Eso, evidentemente, marca muchos aspectos de esta tierra: el paisaje, la arquitectura, la cultura, el carácter de la gente...


Ríos, arroyos, regatos, "fervenzas" (cascadas)... conforman algunos de los rincones más hermosos de la comunidad, especialmente cuando luce el sol y sus aguas brillan inundando de reflejos el verde de sus bosques. Además, las fuentes y manantiales se han relacionado siempre en Galicia con cualidades casi mágicas.

Pero la tierra gallega no solo es agua dulce. Sus muchos kilómetros de costa encaran un océano que durante siglos sirvió de principal fuente de alimentación a sus habitantes. La imagen de los pescadores haciéndose a la mar es habitual en cualquiera de los pueblos costeros, como también lo es la descarga de las capturas en los puertos y las ventas en las lonjas. Afortunadamente, la tecnología ha permitido disminuir de forma considerable los accidentes de los pesqueros y cada vez se dan menos esas escenas desgarradoras de la gente en tierra que espera la vuelta con vida de sus seres queridos. 

Y todavía nos queda por señalar otro aspecto de la vida gallega en la que el agua es muy importante y ha configurado pueblos y villas enteras: hablamos de los balnearios, esos lugares en los que se explotan las aguas minerales con fines terapéuticos. Ya los habitantes de los antiguos "castros" disponían de edificaciones con hornos cubiertos con una cúpula para calentar la estancia a modo de sauna. Los romanos, pueblo para el que el baño era un verdadero objeto de culto, encontraron en Galicia un auténtico paraíso por sus múltiples afloramientos termales. Crearon un gran número de balnearios y desarrollaron un curioso y eficaz sistema de tuberías para calentar las aguas cuando estas eran frías. Olvidados durante siglos, experimentan un claro resurgir a partir del siglo XVIII y así se construirá la primera estación balnearia que trató de aprovechar las fuentes minerales: la Casa de Baño de Caldas de Reis.

Como gallega y como fotógrafa aficionada he pensado que no estaría mal recoger en una serie esta intensa presencia del agua en nuestra comunidad, atendiendo a los distintos aspectos señalados en los párrafos anteriores.

Me gustaría recibir vuestros comentarios. Muchas gracias.